Este blog, para gozo de los Cooperadores Paulinos, es para informar al publico en general sobre la Pia Sociedad de San Pablo, su fundador, El Beato Alberione y la Madre Techla Merlo, alguien muy importante dentro de la Sociedad. Aqui veran publicados tambien articulos diferentes de interes para el Catolico de a pie y toda la Iglesia. Yo le oro a la Santisima Trinidad que me guie en esta tarea. Por favor oren por mi como yo lo hago por ustedes y la Familia Paulina. Que DIOS siempre les bendiga !
Saturday, May 3, 2008
Beato Junipero Serra
por Fray Frank DUMOIS RUIZ of.
En el capitolio de Washington hay 2 estatuas con personajes que representan a cada uno de los 50 estados de la Unión Americana .Uno de los de California es Fraile Junípero Serra O.F.M.
Al proclamarlo beato , el papa Juan Pablo II calificó al fraile “ de modelo ejemplar de evangelizador desinteresado , un brillante ejemplo de virtud cristiana y espíritu misionero ...No sólo trajo el mensaje del Evangelio a los nativos americanos , sino que , como una persona que vivió el Evangelio, también se convirtió en su defensor y campeón”.
En la bella isla de Mallorca, joya del Mediterráneo, nace Miquel Serra Ferrer. En la villa de Petra (piedra en latín) de 2200 habitantes, el 24 de Noviembre de 1713. Al día siguiente es bautizado en la bella y grandiosa parroquia gótica de San Pedro, aún en construcción. Como era costumbre en los varones se le añadió el nombre de José al recibir las aguas bautismales.
Sus padres Antonio y Margarita, vivían pobremente del trabajo honrado de cantero y labrador del padre.
A los 6 años de Miguel se mudan cerca del convento franciscano de San Bernardino. Allí aprendió las primeras letras, el canto litúrgico y a ser acólito.
A los 13 años se traslada a la capital de la isla, Palma, ya con el deseo firme de poder entrar como fraile menor en la provincia de Mallorca. Tuvo sus dificultades por ser de baja estatura, poca salud y raquítico. Pero al fin fue admitido y cambió el nombre bautismal de Miguel por el de Junípero, fraile humilde y sencillo muy apreciado por San Francisco y uno de los protagonistas de las “Florecillas” (siglo XIV).
Igual que su coterráneo el Beato Raimundo Lulio (1238 – 1315), terciario franciscano cuyo sepulcro estaba en el convento franciscano de Palma, iba creciendo en la preocupación de predicar el Evangelio entre los no cristianos. Siendo inteligente y estudioso, antes de ordenarse fue profesor de filosofía en el convento de San Francisco de Palma de Mallorca .Obtuvo el doctorado y fue catedrático de teología escoltista en la Universidad Luliana de Mallorca (1744 –49). Siendo profesor predica en diversas poblaciones.
Por fin en 1749, con 35 años, se embarca en Cádiz con el P.Palou.O.F.M. Hacia Veracruz, de donde al término de un extenuante viaje de 550 Km., a través de territorios infestados de malaria, llegó a la Ciudad de México.
En carta que dirigió a sus padres en lengua mallorquín les decía que como hijo les amaba y que si ellos comprendiesen el significado de la empresa misionera lo animarían a seguir siempre adelante y nunca retroceder.
Más adelante se le juntarían nuevos compañeros para la misión en tierras americanas, desde la provincia franciscana de Mallorca. Esta presencia mallorquina será específicamente importante en la misión californiana.
Fray Junípero y Fray Francisco Palou, andaluz, hicieron el viaje a México a pie, sin guía, viviendo de la caridad y no sabiendo donde reclinar la cabeza. En este viaje fray Junípero empezó a sentir una presencia molesta que lo acompañaría toda su vida; es su pierna llagada, probablemente por la picadura de un zancudo tropical.
Visitaron el santuario de Guadalupe y con la Eucaristía el 1ro de Enero de 1750 comenzaron su misión en tierras de México.
En el Colegio misionero de San Fernando de México estuvo 5 meses preparándose para la evangelización de los indios.
Su primer destino fue Sierra Gorda donde estuvo 8 años en compañía del padre Palou. Catequesis, predicación para erradicar la idolatría y promoción humana son las actividades que comparten los misioneros. Aprendió la lengua pame de los indios para ser aceptado mejor. Trae de México un maestro albañil y con una veintena de indios, haciendo de peón, trasladando vigas como los indios, levantan la preciosa iglesia de Xalpán. El Evangelio para el hijo pobre de Petra va unido a la consecución de una vida digna fruto del trabajo. Él y sus compañeros franciscanos harán lo mismo después en la Alta California.
Se destacó por su dinamismo, sus capacidades organizativas, la tenacidad en la ejecución de sus programas, sus dotes de gobierno, y su habilidad como interlocutor aun en un clima de fuertes tensiones. “En realidad no hizo otra cosa que seguir la más auténtica tradición franciscana de vida evangélica. Para él era espontáneo el practicar el misterio de la cruz, sobre todo en los sufrimientos que soportó en sus incesantes viajes por tierra de California”. (G. Ferrin y J.G. Ramírez; “Santos franciscanos para cada día” p.286).
El padre guardián de San Fernando escogió a los PP Junípero y Palou para una difícil misión en Texas entre los indios apaches. Pero por diversas circunstancias, de origen político (la Corona española regía las misiones por el Patronato Regio) la misión no se llevó a cabo.
Del 1758 a 1767 Fray Junípero tendrá un centro en el colegio misionero de San Fernando de México .Maestro de novicios, comisario de la Inquisición y Misiones populares en distintas regiones de Nueva España (México).
En 1767 el rey de España Carlos III suprimió a los jesuitas y fueron sobre todo franciscanos y dominicos los que los sustituyeron (16 franciscanos sustituyeron a 16 jesuitas). Fray Junípero evangelizó primero la Baja California (hoy dos estados de la república mexicana).Luego la Alta California, territorio que sería arrebatado a México
En 1848 por la expansión imperial de Estados Unidos. Y actualmente es un estado de la Unión americana.
Desde el punto de vista misionero ambas regiones formaban una unidad, hasta que en 1792 las misiones de la Baja California pasaron a los dominicos. Los PP Junípero y Palou eran presidente y vicepresidente y el guardián de San Fernando el provincial.
El camino hacia la Alta California fue terrible. La llaga de la pierna aparece más virulenta que nunca. Gaspar de Pórtala, gobernador de California le aconsejó que se retira a descansar para restablecerse. Él respondió: “No me hable de eso , porque yo confío en Dios que me ha de dar fuerzas para llegar a San Diego, como me las ha dado para llegar hasta aquí , y , en caso de no convenir , me conformo con su santísima voluntad . Aunque muera en el camino, no vuelvo atrás; a bien que me enterrarán, y quedaré gustoso entre los gentiles, si es la voluntad de Dios”. Llamó a su arriero para que lo curara y cuando éste le dijo que sólo había curado las bestias; le respondió: “Haz cuenta que soy una bestia y hazme el mismo medicamento que aplicarías a una bestia”. Así lo hizo y recobró repentinamente la salud ante el asombro de todos.
En 1769 llegan al puerto de San Diego en la costa del Pacífico. Empieza Fray Junípero, así una de las epopeyas más gloriosas realizadas en el Nuevo Mundo a lo largo de los siglos. Cierto que no fue él el único pero en la conciencia popular el beato es el padre de California. Otros generosos franciscanos brindaron sus esfuerzos. El catalán Portolá y Serra sintonizaron perfectamente. Algunas veces los soldados, con sus malos ejemplos, dificultarán la evangelización y civilización de los indios, pero con frecuencia serán imprescindibles.
Serán colaboradores para dar seguridad a las misiones e incluso cooperan en la construcción de edificios y asentamiento de las poblaciones.
La evangelización de California a diferencia de otras de América, no fue de violencia sangrienta sino fundamentalmente de diálogo y promoción humana alentados por los frailes franciscanos.
San Diego fue la primera misión. Se levantó la cruz, se tocó festivamente la campana, se bendijo el agua y con ella los terrenos que iban a ocupar.
Una barraca sirvió de capilla provisional. Con el “Veni Creator Spiritus» se dio por iniciada la misión. Ahora había que captar la amistad de los indios aprendiendo sus lenguas y mostrándoles el amor cristiano que supera todas las fronteras, razas y naciones. Había que romper el recelo ante la presencia de unos intrusos, quizás enemigos. Así en todas las misiones.
En 1770 surgió San Carlos de Monterrey, futura residencia del padre Junípero y primera capital de California.
Al año siguiente San Antonio de Padua O.F.M: y San Gabriel Arcángel. Cerca de allí se levantó el pequeño poblado de Nuestra Señora de los Ángeles en honor de la capilla donde surgió la orden franciscana en las afueras de Asís (llamada la Porciúncula).Hoy es la gran ciudad del Oeste americano.
En 1772 se fundó la misión de San Luis Obispo de Tolosa, O.F.M.
En 1776 la de San Francisco, fundada por el padre Francisco Palou, O.F.M. origen de la ciudad actual. Ese mismo año San Juan Capistrano O.F.M. En 1777 Santa Clara de Asís y en 1782 San Buenaventura O.F.M.
Sus sucesores continuarán la obra de construcción y fundación de misiones hasta 21. El padre Francisco Palou, su biógrafo y sobre todo los PP Fermín Lascien y Mariano Payeras seguirán al Beato Junípero en la presidencia de las misiones digna y eficazmente.
La escasez de bienes materiales fue muy frecuente y a veces el hambre. Las autoridades civiles y militares, salvo el primer gobernador Portolá y el virrey de Nueva España, Bucarelli, creaban problemas, aunque, aunque como dijimos resolvían otros.
No fue fácil la evangelización de los indios. La fe cristiana era totalmente nueva para ellos. Los frailes promovían el trabajo agrícola e industrial. El Beato Junípero se lamenta de la obligación de enseñarles castellano pues en sus lenguas sería más rápida la evangelización.
Los niños y los jóvenes indios eran prioridad de la misión. No faltaron episodios sangrientos. En la misión de San Diego en 1775 dos indios se escaparon de la misión y azuzaron a otros diciéndoles falsamente que querían bautizarlos a la fuerza. robaron en la iglesia, incendiaron edificios y asaetearon al padre Luis Jaume. La sangre del mártir, pensó Fray Junípero en medio de su tristeza, fecundaría la misión.
Pero no aceptó la pena de muerte para los culpables, por ser contrario al espíritu evangélico. Y eso que entonces era frecuente la ejecución capital.
En 1778 el papa Clemente XIV O.F.M. Conv. dio un breve apostólico que, tras pasar los trámites que imponía el regalismo1 (Pase Regio, Corte Virreinal), concedió al P. Junípero celebrar el sacramento de la Confirmación.
A pesar de su deteriorada salud, sobre todo la llaga de la pierna, el santo fraile se dedicó a recorrer las misiones para preparar a los que eran aptos. A veces no podía mantenerse en pie y el asma le oprimía el pecho con dolor intenso.
Los 6 últimos años de su vida fueron de grandes sufrimientos espirituales. El nuevo gobernador don Felipe de Neve era extremadamente autoritario. Se consideraba señor absoluto de sus subordinados, incluidos los misioneros. Pretendió negar a Fr. Junípero el derecho a confirmar alegando que no tenía aprobación real. Se recurrió al virrey de Nueva España que certificó que sí lo tenía. El gobernador tuvo que soportar su fracaso amargamente.
Los últimos días del Beato Junípero manifestaron su temple de santo. Cuando le hablaban de remedios decía que no valía la pena. Quiso tener consigo a su gran amigo y sucesor el Francisco Palou.
Pocos días antes de su muerte se intentaba sustituir a los franciscanos de la Alta California por los dominicos. Aunque de hecho no se realizó, el murió con esa pena. Tres días antes de su muerte el padre Palou decidió escribir su vida y enviarla a Mallorca para suscitar refuerzos misioneros. Recibió el viático, y la Unción de los enfermos y la absolución general.
Murió el día de San Agustín, 28 de Agosto de 1784, a los 70 años y 9 meses de edad. Lo colocaron en un ataúd vestido del hábito franciscano. Todos querían tocarlo y tener alguna reliquia. Tuvo los honores de general en plaza y las campanas de la misión anunciaron su muerte.
Juan Pablo II declaró ante su sepulcro en 1987; “Ejerce una influencia permanente sobre el patrimonio espiritual de esta tierra y de su pueblo con independencia de su religión”.
Por el Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) México cedió California a los Estados Unidos. Pero allí sigue siendo admirado aquél humilde fraile que venció el desaliento, supo agarrar la azada junto a los libros y lo dio todo por aquellas tierras que tomó como patria de adopción.
La ciudad de San Francisco lo declaró ciudadano honorario, California su fundador. En 1931 una bella y grandiosa estatua del fraile fue colocada en la Galería de la Fama en el Capitolio de Washington. En 1988 Juan Pablo II lo elevó al honor de los altares proclamándolo beato. Mallorca y la orden franciscana celebran su fiesta el 26 de Agosto porque el 28 (día en que murió) es la fiesta de San Agustín. Esperamos que pronto pueda ser canonizado.
Nota:
1. Regalismo: Doctrina que defendía los derechos de los reyes sobre la Iglesia. Los documentos eclesiásticos debían tener la aprobación de la Corona.
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