Madre Teresa Merlo y vision del Padre Alberione

El P. Alberione estuvo atento a los Signos de los Tiempos y a la evolución histórica del siglo XX, por eso vislumbra el nuevo rol que la mujer deberá desempeñar en la sociedad, intuye con fe profética, que también la mujer consagrada a Dios, deberá dar su aporte a la evangelización en el amplio campo de la comunicación, donde nos compete un verdadero ministerio.

La opción radical por Jesús, orienta nuestros anhelos, capacidades y energías hacia Dios, y nos transforma en testimonio vivo de la fe que profesamos, garantía de nuestro ministerio en la Iglesia.

Como San Pablo, el gran pregonero de Jesucristo, las Hijas de San Pablo dedicamos nuestra vida al anuncio del Evangelio, procurando hacer penetrar a Jesús en el corazón de cada persona, como auténticas comunicadoras.

Estamos presentes en 53 paises y en las diferentes culturas, realizando nuestra misión apostólica con los medios de comunicación; tratamos de influir en los procesos comunicativos que constituyen la convivencia humana pacífica y solidaria. Asumimos, también, los caminos electronicos por los cuales "el Evangelio se hace imagen, sonido, acción y movimiento" para llegar más rápido a todos allí donde se encuentran.

"La radio, la televisión, el cine, el Internet, CD-ROM, son los púlpitos hoy; el estudio de grabación, las librerías son los nuevos templos desde donde las Paulinas anuncian el Evangelio".

Horizontes universales, apertura a todos los pueblos, audacia para actuar en situaciones siempre nuevas propias de la comunicación son la herencia que el Fundador nos ha dejado para el desempeño de nuestra misión.