INTRODUCCION
Luego de una atenta lectura del folleto escrito por los padres lefebvristas Beauvais y Lagneau principales expositores en el continente Américano de esta corriente tradicionalista, se llega a la conclusión que el problema fundamental es la falta de comunión con Pedro vivo en la persona del Papa y, por tanto, la falta de comunión con la Iglesia viva.
EL PROBLEMA PRINCIPAL.
• De hecho los cuatro obispos consagrados por Mons. Lefebvre están excomulgados, o sea fuera de la comunión.
• De hecho no figuran en el Annuario Pontificio.
• De hecho no efectúan la visita ad Limina Apostolorum Petri et Pauli. Por tanto, estos obispos no están en comunión con el Papa.
• De hecho, no están en comunión con ningún Obispo que esté en comunión con Pedro.
Ante este problema principal, los otros problemas: Misa de Pablo VI, colegialidad, ecumenismo y libertad religiosa se transforman en simple excusa. Ya tienen posición tomada contra el Sucesor de Pedro, posición que trabaja en ellos como un verdadero "vorgriff" (o preconcepto) y, entonces, estarán "a priori" contra el "nuevo" rito, el "nuevo" Código de Derecho Canónico, el "nuevo" Catecismo, la "Veritatis Splendor", etc., etc., etc. Todo lo que emana la Iglesia después del Concilio Vaticano II, será sospechoso para ellos de modernismo.
Como es obvio no se trata de la crítica a algún acto aislado del Papa como es el ejemplo puesto de San Pablo, San Bruno, San Hugo, San Godofredo, San Norberto etc., aquí estamos ante una crítica global a, por lo menos, tres Papas: Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. Y lo que es de temer, ante una crítica global a los Romanos Pontífices que los sucedan, por la sencilla razón de que aquellos que critican están convencidos que SON como la hipóstasis de la Tradición que juzga al Magisterio, y mientras éste no diga lo que ellos quieren, seguirán haciendo el recurso a los Santos que se opusieron a algún acto de los Papas, para oponerse a los Papas sucesivos y de manera global.
Nominalmente no son sedevacantistas, es decir" creen que hay un Papa y que la sede no esta vacante, pero en la práctica parecen serlo. De hecho, la tentación de algunos de sus miembros fue desbarrar al sedevacantismo, a pesar de la clara advertencia del mismo Mons. Lefebvre: "el razonamiento de quienes afirman la inexistencia del papa coloca a la Iglesia en una situación muy complicada. La cuestión de la visibilidad de la Iglesia es demasiado necesaria a su existencia para que Dios pueda omitirla durante decenios. ¿Quién nos dirá donde está el futuro papa? ¿Cómo se podrá designarlos si ya no hay cardenales?" y, ciertamente , en el plano inclinado en que se encuentran por la crítica habitual al Romano Pontífice:
El sedevacantaismo es Su gran tentación.
Por ejemplo, uno de los obispos ordenados por Lefebvre, el inglés Richard Williamson, que está excomulgado, acaba de declarar respecto de la encíclica "Veritatis Splendor": "es un pensamiento humanista, antropocéntrico y secular, que se acerca demasiado al pensamiento de los filósofos modernos, muy anticatólicos, como Emmanuel Kant". Al mismo tiempo pero en el lado opuesto, uno de los más grandes conocedores de Santo Tomás, discípulo directo del P. Santiago Ramírez, O.P., escribe: "...espero haber presentado los principales rasgos de esta excepcional encíclica de Juan Pablo II, en la que se hace sentir el sólido y coherente pensamiento teológico-antropológico de Santo Tomás, a quien hemos encontrado citado 23 veces" .
Un obispo lefebvrista excomulgado cree que puede calumniar impunemente al Sucesor de Pedro, pero se olvida que la mentira tiene pies cortos. Y si un obispo se atreve a decir cosas tan groseras del Papa, ¡qué no dirán los curas que los siguen! Estos tales trabajan por apartar a los hombres de la Iglesia Católica, con la excusa de que luchan contra el modernismo, lo que están haciendo, es abrirle el caminó.
¿Con el Papa y contra el Papa?
Que contradictorios. Por un lado los seguidores de Lefebvre afirman rotundamente estar con el Papa y en toda su propaganda se la pasan atacando al sucesor de Pedro tildandolo de modernista, progresista y anti-magisterial. Se les olvida que la fe de siempre solo se defiende con la fe de siempre. El hecho de que en una ocasión San Pablo haya reprendido a San Pedro (Cf. Gál 2,11 ss) no significa que todos se crean San Pablo, ni que se viva en un estado permanente de reprensión y crítica a quien hace las veces de Pedro. Tanto que habla de la Tradición y no mencionan que el Papa San Nicolás I (858-867) enseña que "la primera Sede no será juzgada por nadie" , y San León IX (1049-1054), que de la Sede suprema "no es lícito a ningún hombre pronunciar juicio" y que "como el quicio, permaneciendo inmóvil trae y lleva la puerta; así Pedro y sus sucesores tienen libre juicio sobre toda la Iglesia, sin que nadie deba hacerles cambiar de sitio, pues la Sede Suprema por nadie es juzgada".
Cosa curiosa, ¿por qué no advierten que el derrumbe del comunismo en Europa Central y del Este se debe en gran parte a Juan Pablo II?, ¿por qué ni una palabra de la gracia que le hizo la Virgen de Fátima salvándole la vida el 13 de mayo de 1981?, ¿Acaso la Tradición no honró siempre a los confesores de la fe?
El carácter iluminista de la sistemática crítica y actitud contestataria al Papa se palpa por el recurso sistemático al llamado "incidente de Antioquía"(Gal 2,11), pero nunca se recuerda que en la misma carta San Pablo dice que subió a Jerusalén a consultar a Pedro (Gál 1,18-19), y luego lo hizo por segunda vez para saber si no había corrido en vano (Gál 2,2).
Igualmente pasa con los hermanos lefebvristas que al romper la comunión con el sucesor de Pedro sus razones y argumentos estarán en conflicto con lo que desde siempre ha sido el corazón mismo de la Tradición, que es el Primado del Papa, su falla es de origen pues la Tradición que tanto dicen defender siempre ha afirmado este aspecto desde el:
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (Mt 16,18).
Pasando por San Ignacio de Antioquía a los cristianos de Roma: "están purificados de todo tinte extraño", y su frase sobre Pedro el que "preside en la caridad".
San Ireneo: "En ella (la Iglesia de Roma) se ha conservado siempre la tradición apostólica".
Contra los herejes III, 3, 2.
San Cipriano la designa como "punto de partida de la unidad episcopal", en ella "no tiene acceso el error en la fe".
Epístola 59, 14.
San Jerónimo escribe al Papa: "Sólo en vos se conserva íntegra la herencia de los Padres". Epístola 15, 1.
San Agustín: "Roma locuta causa finita". Roma ha hablado la causa está definida.
Sermón 131, 10, 10.
San Ambrosio: "Donde está Pedro allí, está la Iglesia".
Enarr. in Ps., 40, 30.
San León Magno: "Así como perdura para siempre lo que en Cristo Pedro creyó, de la misma manera perdudará para siempre lo que en Pedro Cristo instituyó".
Sermón 3, 2.
Los padres del Concilio de Calcedonia (año 451) reciben la epístola dogmática del Papa San León I (el Tomus ad Flavianum) aclamando:
"Pedro ha hablado por boca de León".
El Papa Hormisdas (año 519) dice: "En la Sede Apostólica se ha conservado siempre inmaculada la religión católica"
Hasta el Concilio Vaticano II en Lumen Gentium 18b: "Esta doctrina sobre la institución, perpetuidad, poder y razón de ser del sacro primado del Romano Pontífice y de su magisterio infalible, el Santo Concilio la propone nuevamente como objeto de fe inconmovible a todos los fieles". ¡
"Las Iglesias particulares de Oriente y Occidente... están encomendadas por igual al gobierno pastoral del Romano Pontífice, que por institución divina sucede a Pedro en el primado sobre la Iglesia Universal"
Y así como, paradójicamente, los protestantes con la "sola Escritura" se quedaron sin Escritura, los integristas conservadores seguidores de Lefebvre al rechazar de origen al sucesor de Pedro, análogamente, con la "sola Tradición" se quedaron sin Tradición.
Fuente: Apostoles de la Palabra
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