Thursday, February 21, 2008

El Antisemitismo Romano

Del porque de este articulo y el anterior articulo publicados se pueden leer como articulos controversiales.

Haciendo un preambulo bien corto. Ante todo pido perdon a aquellos
de ustedes que se escandalizen al leer este articulo.
Todos sabemos que la Iglesia Catolica por boca de Su Santidad Juan Pablo II
R.I.P. pidio perdon por todos los errores y pecados pasados de la Iglesia.
Cuales fueron los errores? Aqui se publican parte de esos errores que conste se cometieron de buena Fe y con celo Apostolico. Tambien este articulo nos muestra el pensamiento, en pleno siglo XXI, que tienen algunos circulos catolicos ligados a la llamada Tradicion o Tradicionalistas incluyendo a los sedevacantistas o sea los que niegan al PAPA actual como sucesor de Pedro. Ellos todavia mantienen una postura antisemita e inclusive mucho de ellos niegan que en la Segunda Guerra Mundial hubo un Holocausto. Es bien cierto que hay que tener valentia para leer este articulo pero hay que conocer la historia. Al leer articulos como este nos lleva a comprender como podemos dialogar con esos hermanos catolicos que todavia piensan de esa forma. Tambien, a mi entender, nos ayuda a dialogar con los hermanos Judios y a comprenderlos. Todos sabemos que el camino de la Fe comenzando desde Abraham ha sido un camino largo y el pueblo escogido de DIOS fue con amorosa paciencia de parte de DIOS llevado de la mano y fue creciendo hasta nuestros dias. Cuando vino el Mesias, nuestro Senor, no le reconocieron. Tenian que cumplirse las profesias del Profeta Isaias. Despues del Perfecto Sacrificio de Nuestro Senor en la Cruz no habia razon de ser a todo ulterior sacrificio en el Templo (que fue destruido en el 70 D.C. por los Romanos). Los Judios negaron a nuestro Senor Jesucristo y lo entregaron a los Romanos para ser crucificado. Eso se lee en los Evangelios. Como los Judios no oyeron El Kerigma somos ahora nosotros, los gentiles, como ellos nos llaman, el pueblo de DIOS aunque la promesa de Pueblo Escogido se les fue dada a los Judios originalmente. Aun asi, DIOS en su infinito amor, estoy segurisimo, les devuelve su puesto de Pueblo Escogido si creen y profesan su Fe en la Santisima Trinidad. Por eso hay que orar por su conversion. Tambien, en lo personal yo oro todos los dias para que todos los catolicos seamos una sola grey bajo un solo Pastor que es el que ocupa la Silla Petrina. Que este articulo y el anterior nos sirva de crecimiento y edificacion para comprender mejor a los Judios y con este en particular para comprender a los llamados Catolicos Tradicionalistas y Sedevacantistas y asi en nuestro trato con ambos grupos tengamos un mejor entendimiento de como acercarlos a la Iglesia Catolica Apostolica y Romana bajo El Siervo de los Siervos de Cristo Su Santidad Benedicto XVI.

COOPERATOR.




EL ANTISEMITISMO "CRISTIANO" (¿O HABRÍA QUE DECIR ROMANO?)

(Y sus consecuencias posteriores)

Del Autor: Estimado hermano o amigo: Me gustaría no tener que escribir estas líneas que siguen en mi WEB. Que jamás se hubiese tenido que publicar algo así, que las cosas que describo a continuación nunca hubiesen tenido lugar. Pero ¿hay que tener miedo a la verdad? ¿debería haber escrito este título?... ¿Antisemitismo "romano" tal vez?

Mi corazón se parte al publicar este escrito, ¿servirá para edificación?, ¿será causa de contienda?... Yo amo a Jesús: al Jesús Judío, a Yeshua Ben Elohim. Mi salvador no es el Cristo Greco-Romano, ni el Jesús Germánico, ni el de la religión de nuestros padres. No, mi salvador es el Mesías de la nación y del pueblo de los hijos de Israel. Jesús el judío, hijo de la virgen judía, circuncidado al octavo día... de la tribu de Judá...

¿Debemos tener miedo a la verdad?, ¿Rechazarla?, ¿Ocultarla?

Dios te bendiga

“Mucho me han angustiado desde mi juventud,

Puede decir ahora Israel;

Mucho me han angustiado desde mi juventud;

Mas no prevalecieron contra mí.

Sobre mis espaldas araron los aradores;

Hicieron largos surcos.

Jehová es justo;

Cortó las coyundas de los impíos.

Serán avergonzados y vueltos atrás

Todos los que aborrecen a Sion.

Serán como la hierba de los tejados,

Que se seca antes que crezca;

De la cual no llenó el segador su mano,

Ni sus brazos el que hace gavillas.

Ni dijeron los que pasaban:

Bendición de Jehová sea sobre vosotros;

Os bendecimos en el nombre de Jehová”

(Salmo 129)

“Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.” “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo” (El apóstol Pablo)

“...porque la salvación viene de los judíos...” (Jesús)

EL ANTISEMITISMO "CRISTIANO"

(Este estudio está ampliamente basado en el libro “Cuando cesen el día y la noche” de Ramon Bennett, Ed. Arm of Salvation, Jerusalén 1993)

Desafortunadamente, la Iglesia posee un historial antisemita nada envidiable, del cual los judíos están dolorosamente conscientes, por formar una gran parte de su Historia actual, registrada. Sin embargo, los cristianos, aun los que tienen mucha educación, ignoran totalmente estos pecados. Como explica Edward Flannery, una autoridad en antisemitismo:

"Ellos lo ignoran por la sencilla razón que el antisemitismo no aparece en sus libros de Historia. Se pueden encontrar Historias de la Edad Media, y aun de las Cruzadas, en las que no aparece la palabra "judio", y existen diccionarios y enciclopedias católicos en los que no aparece el termino "antisemitismo". Parece haber solo una conclusión: Las paginas que los judíos han memorizado han sido arrancadas de nuestras Historias de la era cristiana."

Quizá las paginas de este capitulo sustituyan, en parte, algunas de las que faltan en nuestros libros cristianos de Historia. Es necesario, incluso esencial, que tratemos con este doloroso tema, ya que no solo es una clave para restaurar la entereza de la Iglesia, sino también una clave al evangelismo efectivo del mundo. Nosotros no nos atrevemos a decir, como recomiendan algunos cristianos, que ya lo pasado ha pasado, y reclaman que vivimos bajo la gracia. La gracia de Dios es una realidad para nosotros, solo cuando nos arrepentimos de nuestro pecado, y hoy la Iglesia esta desnuda delante de Dios, despojada de Su gracia, debido a su pecado de antisemitismo.

Antes de que podamos arrepentirnos, debemos estar conscientes de nuestro pecado. Unos pocos académicos antisemitas, con los años, han unido los pedazos de un relato completo del antisemitismo pero, desafortunadamente, ninguna de estas obras esta disponible (todas se han dejado de imprimir). Recientemente, con el propósito expreso de ayudar a documentar este capitulo, tuve la fortuna de comprar, a través de un especialista de búsqueda de libros ya no impresos, una copia que, quizás, es la obra definitiva sobre el antisemitismo. Era una primera edición autografiada de “The Anguish of the Jews” (La Angustia de los Judíos) de Edward H. Flannery. ¡Había sido puesta a la venta por la biblioteca publica de una ciudad en Estados Unidos, porque el libro no había sido solicitado en la biblioteca en 26 años! De esta, y otras fuentes, veremos como la Iglesia cambió sus días sagrados para excluir a los judíos, estableció doctrinas para excluir a los judíos de los pactos de promesa, y también como los excluyeron de la misericordia, así mataron y torturaron a cientos de miles, aun millones, de ellos. Esta ultima, horrenda forma de antisemitismo excluyó al judio de hallar esperanza en Jesús. Jesús, para los judíos, es un nombre completamente no mencionable. Él es el "Dios de los gentiles" y el fundador de la religión que persigue a su pueblo.

LOS PADRES DE LA IGLESIA

Algunos han dicho que quienes mataron y persiguieron a judíos no eran verdaderos cristianos. Pero, podríamos acusar a algunos de los mas grandes padres de la Iglesia de no ser verdaderos cristianos? Por ejemplo, Juan Crisóstomo (347-407) es reconocido por algunos como el mas grande de todos los predicadores cristianos, mayor incluso que Spurgeon, el "príncipe de los predicadores". Los poderes de oratoria de Crisóstomo eran excepcionales. Su elocuencia le ganó el nombre de "boca de oro". Él fue obispo de Constantinopla y un "Doctor de la Iglesia", un raro titulo dado a "los teólogos cristianos de merito sobresaliente y reconocida santidad". A pesar de que era reconocido como un sobresaliente teólogo, predicador y santo, ¡Crisóstomo era un antisemita extremo! En toda la Historia de la Iglesia, Crisóstomo no tiene igual ni paralelo en su odio hacia los judíos. Y, estando en una alta posición, acreditándosele obras teológicas distinguidas, el usó sus poderes de oratoria para echar el cimiento de gran parte del futuro antisemitismo de la Iglesia: "Cómo pueden los cristianos atreverse a ‘sostener la mas mínima conversación con judíos’, ‘los mas miserables de todos los hombres’, ‘hombres que son ‘... concupiscentes, rapaces, avaros, bandidos pérfidos’. Acaso no son ellos ‘asesinos, destructores, hombres; ‘poseídos por el demonio’ a quienes la mala vida y la embriaguez han entregado a las costumbres de los cerdos y la cabra concupiscente. Ellos solo conocen una cosa: satisfacer sus agallas, emborracharse matar y estropear..."

"¿La sinagoga? No solo es un teatro y una casa de prostitución, sino ‘una caverna de bandidos’, una ‘reparación de bestias salvajes’, un lugar de ‘vergüenza y ridículo, el domicilio del diablo, como también lo son las almas de los judíos’. En verdad los judíos adoran al diablo; sus ritos son ‘criminales e inmundos’; su religión es ‘una enfermedad’. Su sinagoga, de nuevo, es ‘una asamblea de criminales... una cueva de ladrones... una caverna de demonios, un abismo de perdición... yo también aborrezco a la sinagoga’. "Dios aborrece a los judíos y siempre aborreció a los judíos... Yo también aborrezco a los judíos."

No es sorpresa que después de algunos de los sermones de Crisóstomo en 388 su "rebaño" salió e incendió sinagogas. Pero, ¿que fue lo que provocó su gran odio hacia los judíos? En las propias palabras de Crisóstomo:

"Su odioso 'asesinato' de Cristo... para este deicidio no existe expiación posible, ni indulgencia, ni perdón, solo venganza que no tiene fin"

así cimentó Crisóstomo en la mente de los cristianos su propio estereotipo de un judio: "asesinos de Cristo". Su ataque contra los judíos encendió un fuego en la Iglesia cristiana, al que otros añadieron constantemente mas combustible. Agustín de Hipona, un contemporáneo de Crisóstomo, dijo:

"El judaísmo, desde Cristo, es una corrupción; efectivamente, 'Judas es la imagen del pueblo judio'; su entendimiento de las Escrituras es carnal; ellos llevan la culpa de la muerte del Salvador, porque a través de sus padres ellos mataron al Cristo. Los judíos lo prendieron; los judíos lo insultaron; los judíos lo ataron, lo coronaron con espinos, lo deshonraron escupiéndolo, lo azotaron, amontonaron abusos sobre Él, lo colgaron en un madero, lo atravesaron con una lanza."

A pesar de que puede haber sido un gran santo, el conocimiento de Agustín en cuanto a la crucifixión de Cristo parece ser tristemente vacío, sea por ignorancia o por designio, jamás lo sabremos. Pero fueron los romanos quienes "lo coronaron con espinos", y fueron los romanos quienes "lo azotaron, amontonaron abusos sobre Él, lo colgaron en un madero, y lo atravesaron con una lanza". Crisóstomo y Agustín no estuvieron solos en su antisemitismo. Otros hombres grandes e influyentes tuvieron su propia versión particular del gran odio:

Efraín llamó a los judíos: "Perros circuncidados"

Jerónimo (el que compiló por primera vez la Biblia y la tradujo a la llamada “Vulgata”), mientras les pedía lecciones de hebreo a los judíos, los denunció como:

“... serpientes judaicas cuyo modelo fue Judas.”

Gregorio de Niza, dando una homilía sobre la resurrección, dijo que los judíos eran:

“... adversarios de la gracia, enemigos de Dios, los abogados del diablo, engendro de víboras, sanedrín de demonios”

El listado de prominentes padres de la Iglesia antisemitas es demasiado largo para nuestros propósitos presentes. Baste con decir que rara vez se encuentra a uno que fuera realmente simpatizante del judio. Y la ferocidad del antisemitismo de la Iglesia no cejó con el paso del tiempo. Para hacer honor a la verdad, y aunque se escape del límite temporal de este estudio sobre el cristianismo primitivo, un milenio más tarde llegamos a un hombre que tuvo un impacto tremendo sobre la Iglesia: Martín Lutero. Como reformador, Lutero no tuvo igual. Como antisemita, Lutero fue tan solo un poco menor que Crisóstomo. así como Crisóstomo encendió el fuego, Lutero lo volvió a encender cuando las llamas estaban extinguiéndose.

Martín Lutero (1483-1546) cortejó a los judíos al fundar su nueva fe, confiado en que el cristianismo, despojado de "papismo y monasticismo" pronto los ganaría para Cristo por el evangelio "puro". Pero a Lutero, quien nos trae recuerdos del gran apóstol Pablo por su celo por Cristo y su persecución por los religiosos de su época, le faltaba la paciencia y el espíritu de la semejanza de Cristo que tenia el gran apóstol, y también la luz profética y el entendimiento del plan y propósito de Dios para su pueblo único. Debido a que los judíos no se convirtieron por multitudes, sino mas bien persistieron en oponerse al evangelio, Lutero se volvió contra ellos en una forma de lo mas terrible. Él arremetió contra ellos en un lenguaje que, por lo menos, equivalía en violencia a cualquier cosa que se expresara contra ellos antes o después. Con un sarcasmo penetrante y un insulto escatológico ocasional, él renovó todas las antiguas acusaciones del pasado:

“los judíos envenenan, son asesinos rituales, usureros; ellos son parásitos de la sociedad cristiana; son peor que demonios; es mas difícil convertirlos a ellos que al propio Satanás; ellos están destinados al infierno. Ellos son, en verdad, anticristo. Sus sinagogas debieran ser destruidas y sus libros decomisados; debieran ser obligados a trabajar con las manos; más aun, debieran ser expulsados por los príncipes de sus territorios”

En su ultimo sermón, predicado solo días antes de su muerte, él arengaba a que los expulsaran de toda Alemania. Su ataque contra los judíos fue largo, continuo y virulento. Adolfo Hitler, en su marcha por erradicar a todos los judíos, usó algunas de las palabras de Lutero para justificar sus acciones. (este último sermón fue ampliamente difundido por la propaganda Nazi en Alemania en los años previos a la gran guerra y a la matanza en campos de concentración de casi 6 millones de judíos)

De Martín Lutero, Flannery escribió

“El diablo que el reformador habría de exorcizar de la Iglesia, parecía haber tomado posesión total de el”

LOS CONCILIOS CRISTIANOS

El cristianismo se convirtió en una religión reconocida en Roma en 312 d.C. El emperador Constantino fue tolerante con los judíos por unos pocos anos. En el ano 325 se convocó el Concilio de Nicea, y los mas de 300 obispos asistentes le dieron a la Iglesia una de las declaraciones cristianas más bellas, el Credo de Nicea, que ofrecemos en parte:

"Creemos en un solo Señor, Cristo Jesús, el único Hijo de Dios, el eterno unigénito del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, unigénito, no hecho, siendo uno con el Padre..."

Este primer concilio cristiano que registra la Historia, de donde provino quizás la mayor aseveración de fe que se haya presentado a la Iglesia, también resolvió romper todo lazo de relación con los judíos. Entre otras cosas, la Pascua (Semana Santa) debía ser observada en una fecha fija, separada al calendario judio. Constantino se dirigió a los obispos:

”Nosotros no deseamos tener nada en común con este pueblo tan aborrecible, dado que el Redentor ha marcado otro sendero para nosotros”

Los edictos hechos contra los judíos en el Concilio de Nicea fueron los precursores de muchos que habrían de seguir en concilios subsecuentes. En el concilio de Viena, en 1311, se decretó que:

“Ningún judio debiera ser admitido en un establecimiento publico de baño, en un mesón, o en una casa de hospedaje para viajeros”

En breve, el judio debe ser evitado como alguien herido de plaga, cuyo aliento es infeccioso, como un peligroso seductor cuya habla alberga el veneno del escepticismo y la incredulidad.”

El tercer y cuarto concilios de Orleans promulgaron leyes que prohibían a los judíos el derecho de aparecer en las calles durante los festivales cristianos: “... dado que su presencia seria una especie de ofensa para el cristianismo”

El clímax del gran odio de parte de la Iglesia halló su expresión en el Concilio Laterano de 1215. Estuvo representada toda la cristiandad occidental: 71 arzobispos, 412 obispos, 800 abades, y una hueste de dignatarios y sacerdotes de la Iglesia. Sus decretos fueron encerrados en setenta cánones, cuatro de los cuales trataron con los judíos. El que ha tenido las mas terribles consecuencias por siglos para el pueblo esparcido es el que les puso la insignia de estar fuera de la ley. Desde ese tiempo en adelante, todos los judíos:

“... en toda la cristiandad, y en todo momento, se les ordenó llevar una ropa o una insignia distintiva”

En algunos países llevaban fija en el pecho una insignia con la forma de una rueda: roja, amarilla, o con colores parciales. En otros, era un sombrero: un sombrero amarillo puntiagudo o un sombrero de vestir rojo o amarillo, en forma de cuerno. Como resultado:

“Los judíos de todas partes se encogían en abyecta humildad y en servilismo de espíritu; pero en su corazón se amargaron mas y mas contra los cristianos, y fueron mas intensos en su hostilidad contra el cristianismo. Totalmente indefensos en si mismos, fueron condenados por los lideres del cristianismo para ser los parias de la humanidad, y fueron obligados a sufrir el desprecio y el odio, el saqueo y la proscripción, golpes y asesinato de parte de todo el mundo. Desde este tiempo, especialmente, el pueblo judio se convirtió en la nación; mártir de la tierra, y de la humanidad; y sus verdugos fueron los cristianos”

Después del primer concilio de Nicea, los decretos vinieron en una sucesión implacable. Finalmente, no le dejaron salida a los judíos. Los matrimonios entre judio y cristiano eran penados con la muerte. Los judíos fueron excluidos de todos los puestos públicos. No podían practicar profesiones o manufacturas, ni podían involucrarse en la agricultura, ya que se les prohibía la propiedad de la tierra en todas partes. Algunos países permitían médicos judíos, pero era, a menudo, una Ocupación peligrosa; si el paciente era curado, el judio había usado hechicería; si el paciente moría, el judio lo había envenenado. Cada Viernes Santo durante 300 años, a los cristianos se les enseñó a que golpearan a los judíos en el rostro, en retribución por la crucifixión. A los cristianos se les prohibió vender o arrendar propiedades a un judio, o comerciar con ellos. A los judíos se les denegó techo y comida, las necesidades básicas de la vida.

Durante las dos primeras Cruzadas cristianas a la Tierra Santa, los judíos en Alemania e Italia buscaron la protección de Enrique IV y Conrado III. La corona los convirtió en "siervos imperiales", reduciéndolos a: "... la condición de piezas de propiedad que podían ser, y fueron, compradas, prestadas y vendidas como cualquier otra mercancía." Habiéndoseles negado todo oficio, los judíos fueron confinados a dar dinero prestado y a la usura, obligándolos a convertirse en sanguijuelas financieras. Esto significó una causa adicional de su ruina, va que a menudo eran tratados por los gobernantes como esponjas que se exprimían cuando estaban llenas, y luego se les entregaba al odio del pueblo. Ellos fueron metidos por la fuerza en condiciones que hicieron que el dinero fuera tan importante como la vida misma:

"Todo paso y todo acto de la vida diaria de un judio estaba sujeto al pago de un impuesto. El tenía que pagar por ir y por venir, por comprar y por vender, por disfrutar sus derechos, por orar en común, por casarse, por tener hijos, hasta por el cadáver mismo que llevaba al cementerio."

Si los judíos de algún país en particular prosperaban por su comercio, por prestar, o por usura, a menudo eran expulsados de la tierra, y sus bienes y castillos eran confiscados por la corona. En Francia se llevó a cabo una expulsión tal, pero, después de que las finanzas del tesoro sufrieron por la falta de los impuestos judíos, los judíos fueron readmitidos. Después de unos pocos anos, fueron expulsados de nuevo, y una vez mas sufrieron la perdida de todas sus posesiones. A menudo, según Flannery, "el veneno que mato a los judíos fueron sus propios bienes."

BAUTISMO O MUERTE

Una de las pruebas mas devastadoras, peor que la muerte misma para el judio, era el bautismo forzado. En la mayoría de partes de la cristiandad esto se practicó en algún tiempo u otro, y miles de judíos escogieron la muerte, antes de sucumbir ante este rito. Los Concilios Toledanos de España decretaron que:

"Quien es llevado al cristianismo por violencia, por miedo y tortura, recibe el sello de la cristiandad, y puede ser obligado a observar la fe cristiana."

Por medio de la cristiandad los judíos fueron torturados y mutilados en un esfuerzo por implantar en ellos la "fe verdadera", y los resultados fueron catastróficos:

"Las madres judías tomaron a sus infantes y, cargándose con piedras, se lanzaron con ellos desde el puente al río, a la muerte segura."

"... mujeres judías matándose a si mismas y a sus hijos, por temor a lo que les vendría. Los judíos yacían en su propia sangre por todas partes."

En Portugal se promulgó un decreto de que todos los niños judíos menores de catorce años debían ser bautizados antes de, o en, el Domingo de Pascua, 1497. La miseria causada a los padres judíos no puede ser descrita: "Algunos mataron a sus propios hijos, algunos los arrojaron a ríos y a pozos, para impedir lo que temían sobre ellos mas que a la muerte. Muchos padres e hijos fueron separados a latigazos y azotes, y luego arrastrados del pelo a la fuente bautismal, los pobres niños siendo luego distribuidos entre los cristianos para ser criados como tales."

En Polonia, en 1648, en Tulzin:

"... 1,500 judíos fueron muertos por no recibir el bautismo; diez rabinos fueron salvados por causa del pago que podían exigir de sus comunidades."

En Homel, durante el mismo periodo:

"... los judíos fueron conducidos desnudos a los campos y 1,500 hombres, mujeres y niños, que no se bautizaron, fueron sometidos a muertes bárbaras. Centenares y millares de judíos perecieron en muchos otros poblados. En una ocasión cien niños judíos fueron muertos y arrojados a los perros."

MARRANOS

El bautismo forzado no fue una fase de corta duración; duró muchos siglos. Prevaleció tanto en España durante el siglo XV, que millares de judíos fueron "convertidos" por la fuerza, contra su voluntad. Muchos lamentaron el paso que habían dado y continuaron practicando su fe judía, fuera en secreto o abiertamente. Esto enfureció a la Iglesia española, que miraba mal el estándar doble de los judíos; y a los nuevos convertidos se les llamó “marranos” (cerdos). La Iglesia se levanto contra los marranos, y nació la Inquisición. La Inquisición operó en España, Portugal y en todas sus colonias, y aterró a los judíos marranos durante anos, hasta que todos los judíos fueron expulsados de estas áreas. Se publico un listado de 37 claves para atrapar a los "judaizantes", incluyendo el no usar su mejor ropa el domingo, u omitir el "Gloria Patri" en la oraciones. Baron cita al historiador jesuita Mariana:

"El total de marranos en el primer ano de la Inquisición ascendió a 2,000 víctimas quemadas vivas y 17,000 sentenciadas a la perdida de propiedad, perdida de derechos civiles, o cárcel."

En Granada, a principios de 1492, el rey Fernando y la reina Isabel de España firmaron el decreto que todos los judíos de España, Sicilia y Cerdeña debían salir de esos países dentro de los cuatro meses siguientes, o morirían. podían llevar consigo sus propiedades, excepto oro, plata, monedas, o artículos que fuera prohibido exportar. Para fines prácticos, se trato de la confiscación de su propiedad:

"... un pedazo de tela se ofreció por una viña, un asno por una casa."

Los judíos le ofrecieron una enorme cantidad de dinero al rey que tenía la reputación de ser rapaz. Al estar Fernando reconsiderando su decisión, Torquemada, el primer, y mas cruel Inquisidor General corrió a la escena, sosteniendo ante si un crucifijo, y exclamó: “Judas Iscariote vendió a Cristo por treinta piezas de plata, ¿lo venderás tú a Él por 300,000 ducados? Aquí esta Él, tómalo y véndelo.”

Este estallido hizo que el rey mantuviera su decisión, y los Judíos abandonaron la tierra que habían ocupado durante 1,500 años.

SERMONES OBLIGATORIOS

Están disponibles ejemplos de asistencia obligatoria para los Judíos a los sermones, en el siglo IX, y esta practica fue hecha una ley en 1278 por un decreto del Papa Nicolás III, quien estableció reglas para la predicación de los sermones. Los reformadores continuaron con esta practica, hasta que se abolió finalmente en 1848. Flannery escribe:

”Uno puede imaginar las pocas conversiones que estos sermones forzados obtuvieron, y el desasosiego y pesar de los oyentes obligados quienes en algunos lugares debían sufrir la inspección de sus orejas para quitarles el algodón puesto allí por razones obvias. Otros necesitaron de un excitador para mantenerlos despiertos durante todas las exposiciones de la verdad del cristianismo y la falsedad del judaísmo, que a veces duraban dos horas."

LOS NIÑOS

No solo fueron violados los derechos civiles y religiosos de los judíos, sino también los derechos de los padres. Como se menciono antes, se implementaron decretos para secuestrar a los hijos de judíos no bautizados, para criarlos como cristianos. Esta practica empezó en los primeros siglos y, como Flannery nos informa, continuó por mas de 1,500 anos, habiendo ejemplos de ello aun en los siglos XIX y XX. Las autoridades eclesiásticas Justificaron la miseria infligida sobre las familias judías, por su convicción de que el bautismo forzado de los niños los hacia cristianos.

”Quien no manifestaba abiertamente su oposición al bautismo, en el momento mismo de su administración, no había sido realmente forzado' aun si esto significaba que la muerte le esperaba a esa oposición, y fue bautizado válidamente, incurriendo en todos los derechos y deberes de la vida cristiana. Los niños bautizados fueron... el dominio civil Y espiritual e la Iglesia”

LAS CRUZADAS

Un año fatal para los judíos fue 1096, el principio de las Cruzadas, las que tuvieron consecuencias nefastas para ellos. Hordas de caballeros, nobles. monjes y campesinos mal equipados, salieron en ese ano para liberar de los musulmanes la Tierra Santa, pero los lideres de la cruzada dijeron:

"Nosotros deseamos combatir a los enemigos de Dios en el Oriente; pero a quienes tenemos en la mira es a los judíos, una raza mas enemiga de Dios que las demás. Estamos haciendo todo esto al revés."

Los cruzados se volvieron contra los judíos, y, con el grito de "Es la voluntad de Dios" en sus labios, los masacraron y destruyeron sus comunidades junto con las comunidades musulmanas por todo lo ancho y lo largo de Europa, conforme viajaron para liberar a la Tierra Santa. Ningún cruzado de la primera cruzada sobrevivió para llegar a Jerusalén; ellos sucumbieron ante enfermedades o la espada musulmana. Las segunda y tercera cruzadas siguieron un patrón similar, pero menos intensivo, de miseria para las comunidades judías, bajo el mismo grito de batalla. Y como incentivo para ayudar a reclutar para las Cruzadas, se les canceló a los reclutados todas las deudas contraídas con judíos. Muchos se inscribieron solo para deshacerse de hipotecas, de manera que un gran numero de judíos fueron arruinados financieramente. El éxito de la segunda cruzada fue un poco mayor que el de la primera. Un remanente si llegó a Damasco pero no pudo desalojar de allí a los musulmanes, y se abandonó la cruzada. La tercera cruzada fue dirigida por Godofredo de Bouillon, y como una quinta parte de los cruzados llegaron a su meta y:

"En 1099, al final del viaje en Jerusalén, los soldados de Godofredo de Bouillon hallaron a los judíos reunidos en una sinagoga y la incendiaron."

Después, los cruzados fueron al Santo Sepulcro y dieron gracias por su gran victoria. Habían logrado expulsar a los musulmanes de la Tierra Santa, y habían logrado alejar aun mas de Cristo a los judíos.

DESCONSAGRAR EL CUERPO

Cuando la Iglesia no estaba asesinando judíos, los estaba difamando. Además de los cargos usuales de asesinato ritual y de la crucifixión de niños cristianos, usualmente emanado del hallazgo de un niño ahogado de una muerte inexplicable, o una persona que no se encontraba, los judíos eran acusados de "desconsagrar el Cuerpo" (el pan de la Santa Cena o la Comunión usado en la misa católica). Los cristianos que tenían la creencia en la transubstanciación del pan en el cuerpo literal de Cristo se levantaron apasionadamente contra los judíos cuando se transmitió que:

"... Los judíos habían robado y desconsagrado el Cuerpo. Se vio claramente que, mientras ellos golpearon el pan y lo hicieron una masa, sangre brotó de el”

Este libelo o difamación, aunado al odio albergado contra el judio Justificó, a los ojos de los cristianos, convertir las sinagogas en iglesias matar y aterrar a los judíos y confiscar sus propiedades. Una vez mas leemos de madres judías matando a sus hijos y luego destruyéndose a sí mismas, antes de caer en las manos de las turbas “poseídas de demonios". Y en Francia, toda la comunidad judía de una aldea fue quemada en la hoguera.

EL GHETTO

Conforme se promulgaron los decretos, los judíos fueron vistos cada vez mas perniciosos, y en algunas tierras fueron separados de las poblaciones cercanas, en ghettos:

"Al confinar a la población judía en los estrechos barrios de un ghetto cuyo espacio nunca creció, aun cuando las familias si crecieron, en donde eran encerrados detrás de verjas cada noche, ellos eran guardados como bestias enjauladas que pueden ser masacradas a voluntad."

Para los cristianos, el ghetto era un lugar en el cual confinaban a la mas odiosa de las gentes, en condiciones que les correspondían. Para el Judio, el ghetto, a pesar de la condiciones, se convirtió en un refugio, un asilo de reposo lejos de las violentas turbas.

LITERATURA ANTISEMITA

Así como algunos cristianos en el pasado fabricaron libelos contra los judíos, algunos cristianos en la actualidad publican artículos antisemitas Recientemente, se ha producido y hecho circular videos radicalmente antisemitas, entre miles de pastores en Estados Unidos. Sin embargo. existe una pieza notable de literatura antisemita que ha gozado de mucha lectura en varios países, entre cristianos y no cristianos por igual: Los protocolos de los sabios de Sion. Esta obra escrita por rusos antisemitas del siglo XX, ha sido llamada "La farsa del siglo". Los protocolos de Sion es una serie de 24 supuestos discursos de los "Sabios o Ancianos", que detalla los planes judíos para subyugar al mundo. Traducida a, por lo menos, siete idiomas mas, esta obra ha ejercido una tremenda influencia, tanto antes como después, de que fue expuesta como una “cruda falsificación”, en 1921. Según Flannery, aparecieron tres ediciones en Norteamérica, en donde gozó de su mayor circulación, debido a la publicación de Henry Ford, The Dearborn Independent, cuya circulación era de 700.000. Aun después de ser comprobados como una falsedad Ford continuó usando resueltamente los Protocolos, y aumentó el daño al volver a publicar todo su material antisemita en cuatro volúmenes.

Ford negó formalmente la veracidad de los Protocolos en 1927, cuando se le exigió cuentas en una demanda judicial. El declaró su pesar, y expresó un deseo de enderezar las cosas, pero ya el daño había sido hecho. Por, eso, Carey McWillians pudo decir:

"En cierto sentido, Hitler empezó en donde Ford se quedó."

Un sacerdote norteamericano, Charles E. Coughlin, que tenia un ministerio radial en los anos 30, con una audiencia de unos 3,500,000 oyentes, y que poseía una influencia considerable, se volvió crecientemente antisemita con el paso de los años. El tomó la causa de los Protocolos de Sion, y sugirió que su confiabilidad no era importante dado que:

"... no podemos ignorar el valor noticioso de su naturaleza tan profética."

Los protocolos de Sion todavía circula ampliamente en Norteamérica, y su popularidad ha aumentado recientemente, junto con el notable crecimiento del antisemitismo allí.

CHIVOS EXPIATORIOS

El judio se convirtió en el chivo expiatorio de todo viento contrario de mala fortuna que vino sobre ciertos países. Es un hecho histórico que:

"Si la enfermedad permanecía fue porque los judíos habían envenenado los pozos; si un niño cristiano desaparecía, había sido crucificado en una ceremonia judía; si el sacristán de una iglesia se descuidaba, eran los judíos quienes habían robado el Cuerpo del altar, para acuchillarlo en el tiempo de la Pascua. En muchos periodos, casi en todas las tierras, se acusaba a los judíos cuando alguien pecaba o sufría, y la ocasión era seguida inmediatamente por ataques en los que cientos c miles podían perecer."

Es doloroso reconocer que la situación en la actualidad es un poco mejor que lo que fue ayer, en cuanto a culpar a los judíos por las tragedia de la vida.

La virulenta tradición antisemita de la cristiandad nace del siglo cuarto cuando ciertos padres de la Iglesia, especialmente Crisóstomo reinterpretaron pasajes bíblicos como castigo divino por los pecados de Israel. No es de sorprender, entonces, que en las crónicas cristianas y en las historias de las edades:

"No se encontrara señal alguna de compasión, ni una palabra de indignación en los reportes de los ultrajes contra los judíos. Muchos de los cronistas clérigos incluso manifiestan su complacencia con ellos Así, verbigracia, el monje de Waverly relata en un tono triunfal la matanza en Londres para la coronación de Ricardo I, que sucedió sin que los judíos dieran algún motivo, y concluye exclamando: “Bendito sea el Señor que nos ha librado de los malvados”

¿Cómo ha afectado todo esto al judio moderno? Baron cita a un teólogo alemán de renombre, Franz Delitzsch:

”Vaya a Jerusalén, escribe Delitzsch, y allí puede verlo. En la parte sur occidental del monte del Templo, en donde se yerguen las tremendas ruinas del área del Templo de Salomón, esta el “Lugar de los Lamentos de los judíos”. Como sus padres de antaño junto a los ríos de Babilonia, los ancianos de las hijas de Sion lloran aquí cada viernes, inclinando sus encanecidas cabezas hasta el polvo junto al muro del Templo, y sus lágrimas fluyen en torrentes sobre las paginas del Libro de Lamentaciones, el que sostienen con sus temblorosas manos. Jóvenes, postrados sobre sus rostros, mojan con sus lagrimas los Salmos penitentes de David. Las jóvenes, con su pelo desaliñado, inclinan sus cabezas hasta el suelo, besando las antiguas piedras, y llorando por la miseria de su pueblo.”

Al igual que Delitzsch, yo he presenciado personalmente las lagrimas de los judíos junto al Muro y en otros lugares. Una experiencia de lo mas conmovedora.

RESUMEN

El antisemitismo cristiano nace de la elección de los judíos para ser un "pueblo apartado" exclusivamente para los propósitos de Dios. El aislamiento del judio, dice Flannery, "se originó en su sentido de protección divina, su dedicación a la Ley, su adoración de Yahweh". Los judíos se han aferrado tenazmente a su elección como una peculiar nación y esto, junto con sus dotes en muchas áreas, les ha ganado la ira de las naciones. El antisemitismo cristiano esta arraigado en el rechazo de los judíos como un pueblo escogido divinamente. Y es también este rechazo de los judíos como un pueblo escogido divinamente que forma la base de la ampliamente aceptada, pero aun así blasfema doctrina que rechaza a Israel y lo reemplaza con la Iglesia.

El sufrimiento y muerte presentados en este capitulo no dicen mas que una nimiedad de lo que los judíos han sufrido a manos de la Iglesia.

Flannery hace la siguiente observación al final de su tremenda obra:

"Para el cristiano creyente, esta narración de horrores termina en las cámaras mas profundas del espíritu. El pecado de antisemitismo significa muchas cosas, pero al final es una negación de la fe cristiana, un fracaso de la esperanza cristiana, un mal del amor cristiano. Y no es el menor de los pecados. La agonía de los judíos, ha dicho Jacques Maritain, es una en la que Cristo participa. ¿Y no fue esta la desviación suprema: que los mas severa y persistentemente perseguidos en la Historia cristiana no fueron a quienes el Maestro les prometió persecución (Juan 16:2-4), sino mas bien el pueblo del cual El provino? Maritain vio esto claramente cuando escribió: “La pasión de Israel esta tomando mas y mas claramente la forma de la Cruz”

Como se ha dejado claro en estas pocas paginas, hay partes de la Historia de la Iglesia de las que los cristianos debiéramos estar justamente avergonzados. Mi esperanza y oración es que en el corazón del lector nazcan un nuevo entendimiento y compasión por los judíos. El pueblo judio esta dolorosamente consciente de nuestra Historia; y aun cuando Saddam Hussein amenazo con "quemar la mitad de Israel" en 1991, ellos simplemente lo equivalieron a él con el cristianismo, con sentimientos similares a los que Crisóstomo, Lutero y otros hombres influyentes expresaron.

La Iglesia debe arrepentirse de sus pecados antisemitas. Quizás nosotros no los cometimos personalmente, y nunca podremos expiarlos pero podemos, y debemos, arrepentirnos de ellos. El SEÑOR si nos pedirá cuentas:

"Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios pedirá cuentas del pasado. " (Ecl. 3:15)



Fuente: Cristianismo-Primitivo.org
http://www.cristianismo-primitivo.org/

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