Devoción a la Santísima Pasión
por las ánimas del purgatorio
ORACIÓN
Miradme ¡oh mi amado y buen Jesús! Postrado en vuestra santísima presencia; os ruego con el mayor fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza, y caridad, dolor de mis pecados y propósito de jamás ofenderos; mientras que yo con todo el amor y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos, ¡oh mi Dios! El santo profeta David: “Han taladrado mis manos y mis pies, y pueden contar todos mis huesos”.
OTRA ORACIÓN
¡Oh santísima cruz! ¡oh inocente y piadoso Cordero! ¡oh pena grave y cruel! ¡oh pobreza de Cristo mi redentor! ¡oh llagas muy lastimadas! ¡Oh Corazón traspasado! ¡oh Sangre de Cristo derramada! ¡oh muerte de Cristo amarga! ¡oh dignidad de Dios, digna de ser reverenciada! Ampáranos, Señor, para alcanzar la vida eterna. Amén
Oraciones de San Gregorio
¡Oh Señor mío Jesucristo, que por redimirme fuiste crucificado y de espinas coronado! Yo te adoro, y te suplico que tu cruz me defienda del enemigo malo.
Padre Nuestro y Ave María.
SEGUNDA
¡Oh Señor mío Jesucristo, que por redimirme pasaste tantos tormentos y bebiste hiel y vinagre! Yo te adoro, y suplico que esos tormentos sean remedio de mi alma.
Padre Nuestro y Ave María.
TERCERA
¡Oh Señor mío Jesucristo! Por aquella amargura que por mis pecados sufriste en la cruz, principalmente en la hora en que tu noble Alma se separó de tu sagrado Cuerpo, te suplico tengas misericordia de mi alma cuando de este mundo parta.
Padre Nuestro y Ave María.
CUARTA
¡Oh Señor mío Jesucristo, que por redimirme fue tu Sagrado Cuerpo ungido con mirra, embalsamado y puesto en el sepulcro! Yo te adoro, y suplico que tu muerte sea mi vida.
Padre Nuestro y Ave María.
QUINTA
¡Oh Señor mío Jesucristo, que descendiste al purgatorio y al limbo y sacaste a los que allí estaban cautivos! Yo te adoro, y suplico consientas que mi alma sea cautiva en el infierno.
Padre Nuestro y Ave María.
SEXTA
¡Oh Señor mio Jesucristo, que con tu poder resucitaste y subiste a los cielos, donde estás sentado a la diestra del Padre! Ruegote tengas misericordia de mí.
Padre Nuestro y Ave María.
SEPTIMA
¡Oh Señor mío Jesucristo, buen Pastor! Defiende a los justos; alumbra a los pecadores; ten misericordia de los fieles difuntos, y se manso para mi que soy gran pecador.
Padre Nuestro y Ave María.
OCTAVA
¡Oh Señor mío jesucristo, que vendrás a juzgarnos para llevar a los justos a la gloria, coronarlos en ella y apartar los malos al infierno! Yo te adoro, y suplico que tu Pasión me libre de toda pena y me lleve a la vida eterna.
Padre Nuestro y Ave María.
NOVENA
¡Oh amantísimo Padre! Yo te ofrezco la inocente muerte de tu Hijo y el amor de su divino Corazón, por las penas que yo, el mayor de los pecadores, merezco por mis culpas: te ofrezco asimismo su Pasión y cordial amor, por todos mis parientes y amigos, enemigos y encomendados: ten piedad de ellos.
Padre Nuestro y Ave María.
OFRECIMIENTO
Estas oraciones las ofrezco a los méritos de la Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, a quien suplico las recibas en descuento de mis culpas, y de lo que gane, es mi voluntad que Dios nuestro Señor elija lo que le pareciere ser bastante para sacar del purgatorio el alma que fuere más de mi obligación y gloria suya, y de la santísima Virgen María, a quien suplico sea mi abogada con su Divina Majestad.
(Fuente: “El Devoto del Purgatorio”, publicado por el R.P. Antonio Donadoni, S.J.- Establecimientos Benziger & Co. S.A. Tipógrafos de la Santa Sede Apostólica. Einsiedeln, Suiza)
Colaboracion de Romina "Rochi" Agnoletti
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