Ultima entrega del ABECEDARIO del Padre Alberione:
SABIDURÍA
Para ser sabios no debemos quedarnos en los detalles, sino considerar todo el curso de nuestra vida: desde el momento en que nuestra alma salió de las manos creadoras del Padre celestial hasta el momento en que nos sentaremos a la mesa de la felicidad eterna. (U1)
SACERDOTE
El sacerdote tiene la misión de convertir a los pecadores, santificar a los buenos, instruir a los hombres, administrar los sacramentos, salvas las almas. Para ello cuenta con talentos, ministerio, dignidad (CI)
El sacerdote se convierte en camino si practica, además de los mandamientos, las virtudes sacerdotales. Se convierte en verdad si piensa, razona y juzga según el Evangelio y según la fe. Se convierte en vida si, al vivir unido a Jesucristo, comunica a las almas la vida sobrenatural. (SM)
Trabajar por la edificación del cuerpo místico de Jesucristo: con la predicación, el gobierno de las almas, la comunicación de la gracia. He ahí la misión del sacerdote. (CP)
Todo sacerdote, digno de su misión, es un milagro de la gracia. Domina el pecado y al demonio; dispone de las gracias y es obedecido por Dios; el pueblo lo siente como un ser ultraterreno; y cuando todo se ha perdido, todavía se espera en él (PA)
El sacerdote no puede ser un hombre que vive sólo para sí mismo; no puede tener por lema las palabras: Yo-Dios. Es absolutamente necesario que trabaje por la salvación de los demás que en su emblema escriba: Yo-Dios-Pueblo. (Pe)
SACRIFICIO
Los sacrificios del apostolado unidos al sacrificio de la cruz, salvan las almas. Nuestros gemidos y nuestras lágrimas, unidos a los espasmos y a la agonía de Jesús, adquieren un poder divino. (RA)
Todo sacrificio, aun el mínimo, tendrá como premio alguna gracia; confiemos en que el Señor nos dé también la inteligencia y el amor a la cruz, ciencia y práctica siempre necesaria para el apóstol. (U1)
SALVACIÓN
Para la salvación se necesita un amor fundamental a Dios. El paraíso es amor gozoso en nosotros; para alcanzar a Dios se requiere poseer, al menos, en alguna medida, el amor. Hay que tender a él, buscarlo, quererlo como disposición verdadera y necesaria para todos. (U4)
La salvación eterna está en mis manos. Mi vida ¿es el camino de los elegidos o el camino de los condenados? Traspasa, Señor, mi carne con el temor del infierno; infúndeme la esperanza y el ardor del cielo. (SM)
SAN JOSÉ
A San José le pedimos la vida interior, nuestra propia santificación en el silencio, en la intimidad con Jesús y María, en el cumplimiento de los deberes cotidianos, en el ejercicio de las virtudes individuales y domésticas. Luego, también en el espíritu de apostolado, cooperar con Jesucristo y con la Iglesia para la salvación del mundo. (CP)
SAN PABLO
Si San Pablo viviese, continuaría ardiendo en aquella doble llama de un mismo incendio, el celo por Dios y su Cristo y por los hombres de todos los países. Y, para hacerse oír, subiría a los púlpitos más altos y multiplicará su palabra con los medios del progreso actual: prensa, cine, radio, televisión. (CP)
La Familia Paulina ha sido suscitada por San Pablo para que continuara su obra: es San Pablo vivo, que hoy está compuesto por muchos miembros. Nosotros no elegimos a San Pablo: es él quien nos ha elegido y nos ha llamado. Quiere que hagamos lo que él haría si viviese hoy. ¿Qué haría? Cumpliría los dos grandes preceptos como supo cumplirlos: amar a Dios con todo el corazón, con todas las fuerzas, con toda la mente; y amar al prójimo con total entrega, sin reservas. (Pe)
SANTIDAD
Darle a Dios todo: he ahí la santidad (U1)
Debemos santificar la mente con una fe cada vez más sabia y viva; santificar la voluntad con una docilidad cada vez más conforme a Dios; santificar el corazón con los mismos deseos y disposiciones del corazón de Jesús; santificar el cuerpo, para que toda energía se reserve para Dios. (RA)
La santidad es la testarudez de cumplir con la voluntad de Dios siempre, no obstante cualquier dificultad. (Pe)
SANTO
¿Quién será más santo? Quien más ama su vocación y quien la realiza con mayor generosidad. El camino que precede a los demás es el de la mayor caridad hacia Dios y hacia los hombres (U1)
Si yo quiero, desde esta tarde empiezo a ser santo, porque dirijo todos los pensamientos, todas las aspiraciones, todos los sentimientos hacia Dios; abrazo por entero su voluntad, me adhiero plenamente a su corazón, me uno a él en la vida y en la muerte. (NM)
No es la vida religiosa la que nos lleva a ser santos, sino el cumplir la voluntad de Dios. La vida religiosa nos coloca en un estado de perfección en el que es más fácil hacerse santo. (U1)
SECRETO
Secreto de grandeza y de riqueza es modelarse según el querer de Dios, viviendo en Cristo. Que siempre esté clara la decisión de vivir y obrar en la Iglesia y por la Iglesia. (AD)
SENCILLEZ
No crear una conciencia errónea, no hacer miles de proyectos. Sencillez, simplicidad es lo que se requiere; sencillez, que consiste en hacer la voluntad de Dios, pero hacerla de corazón. Todo lo demás, hacer proyectos difíciles, irrealizables – viene del maligno. (Pe)
SEÑAL DE LA CRUZ
La señal de la cruz tiene un gran poder, ya sea a modo de invocación de Jesucristo crucificado como también de acto de fe y profesión de religión cristiana, o como un honor tributado a la cruz. (SM)
SILENCIO
El silencio es como el alma del recogimiento. Nos da la posibilidad de hablar con Dios, de sentir a Dios y de recibir a Dios. En el silencio piadoso, el alma se repliega sobre sí misma; y cuanto mejor se conozca, mejor se elevará a Dios. (U1)
SOBERBIA
La soberbia es la concupiscencia que enciende las demás. Está de tal modo enraizada en nuestro corazón, que puede considerarse fuente de todos los pecados. (SR)
Quita la soberbia y desaparecerán las discordias en las familias, los males de la sociedad, las revueltas, las revoluciones, las guerras, los odios, las envidias y se obtendrá la paz. Quita la soberbia del individuo y, entonces, estará contento de su estado, no envidiará a nadie, no odiará a nadie, no se turbará aunque sea preferido algún otro y tendrá paz, tendrá amor y toda clase de consuelo, porque todos sus deseos se habrán cumplido. (SC)
SUFRIMIENTO
El sufrimiento es un apostolado posible para todos, con la gracia divina. Es con frecuencia hacer de la necesidad una virtud; porque todos tienen por qué sufrir. Es un apostolado eficacísimo; porque es asociarse al Señor de la Paciencia, Cristo Jesús. (RA)
El hombre que teme el sufrimiento no es digno de tal nombre. Es necesario sufrir, y hacerlo con valor, con fuerza. Así, los dolores serán dulces. Pero, si se sufre de mala gana, se sufre mucho más. (SC)
A medida que las almas avanzan en el camino del amor, deben esperar sacrificios más duros. Si bien Dios les reserva a las almas elegidas los sufrimientos morales y espirituales más graves, también les prepara los gozos del espíritu más altos, más puros, los más embriagantes. (FM)
SÚPLICA
Con la súplica puede obtenerse lo necesario para la salvación eterna. Por otra parte, puede obtenerse también todo lo necesario para la vida temporal, cuando no sea obstáculo para la salvación eterna. (SM)
TEMOR DE DIOS
Que el temor de Dios nos convierta, así como ha convertido a muchas almas que luego se distinguieron por la santidad de vida. (NM)
TENTACIÓN
Para que podamos resistir a la tentación se necesitan dos condiciones: vigilancia y oración. La vigilancia tiene su origen en el temor, la oración se origina en la confianza en Dios. (SM)
En las tentaciones, debes recurrir a las llagas de Jesús, esconderte en ellas para encontrar la victoria. (SC)
Cuando se encuentren tristes, abran la palabra de Dios y encontrarán aquello que los consuela.
TIEMPO
El tiempo, que es tan breve comparado con la eternidad, es la llave de la eternidad; es una llave que puede abrir las puertas del cielo y abrir las puertas del infierno. Quien usa el tiempo según la divina voluntad, abre el cielo, en cambio, quien desperdicia su tiempo, abre las puertas del infierno. (NM)
Juzga como perdido el tiempo que no fue empleado para tu fin. Toda acción, aun la que te agrada, hazla como un deber; esto te acarreará tres bienes: el fin, el deleite sensible y el deleite espiritual. (SC)
TODO
Para evaluar convenientemente la vida, es necesario recordar que lo que cuenta no es darle mucho o poco a Dios, sino darle todo sin reservarse nada. Cuando nosotros le damos lo que hemos recibido, es suficiente. (CP)
Demasiados pensamientos y esfuerzos se pierden; demasiados pensamientos y demasiadas palabras son ineficaces; demasiados métodos y demasiados remedios son vanos. Todo se lo encuentra en Cristo y en María (RA)
TRABAJO
El trabajo es un deber natural para todos. También Jesús ha trabajado. Por otra parte, es un deber de caridad, secreto de mérito y de felicidad y una contribución al bien común. (CS)
El trabajo es el medio absolutamente necesario para alcanzar el premio, porque el Juez divino premiará a cada uno según sus obras. (SM)
Solo quien no camina, necesita pedir por el camino.
VANIDAD
Cuando un farol da más humo que fuego, no hace falta mucho para comprender que no arde como debe. Así pasa con los hombres. Cuando se los ve vanidosos, hinchados, tras perfumes e inciensos… tampoco hace falta mucho para advertir que les falta aceite o que les ha entrado agua. (SC)
VERDAD
El culto a la verdad es honrar a Dios. Es un deber natural, por lo tanto, les corresponde a todos los hombres. El estudio y la búsqueda de la verdad corresponden a la voluntad de Dios y al don de la inteligencia que él nos ha hecho. (U4)
VIDA
Debemos considerar siempre toda la vida: la del tiempo y la de la eternidad. Muchas cosas parecen útiles y aptas para que sea más fácil y más satisfactoria nuestra vida temporal; pero es necesario considerar si son útiles para la vida eterna. (U1)
Hay que acumular al máximo lo que sirve para la vida. Todo lo que no sirve para la vida es bagaje inútil y con frecuencia impedimento y daño. (U2)
El alma verdaderamente amante es profundamente apostólica, a imitación del gesto de la Dolorosa a los pies del Crucificado; hace de su vida una plegaria, un holocausto, casi una misa perenne en la que se ofrece a sí misma, para gloria cada día y por la salvación de las almas unida al Cristo agonizante. (FM)
La vida es un viaje hacia la eternidad; es una etapa del viaje. El conductor sabio parte con la prudencia, virtud cardinal; piensa en el camino a recorrer y el examen preventivo. Se provee de nafta, de aceite, neumáticos buenos, todo lo necesario y aquello que representa la ayuda de Dios, mediante la oración. (U2)
VIDA INTERIOR
El primer apostolado es una vida interior. Quien se santifica a sí mismo, contribuye a que se santifique toda la Iglesia, el cuerpo místico. Por su parte, el santo pone en circulación en este cuerpo una sangre pura e inmaculada. (U4)
VIRTUDES
Las virtudes tornan creíbles los dogmas, al igual que los milagros; hacen amable la vida cristiana; irradian la gracia del corazón. (RA)
Cuando la virtud se ejercita en los momentos de fervor y no hay dificultades, no es una gran virtud; la virtud verdadera, la fuerte, es el hábito de hacer el bien. El acto bueno deviene virtud cuando se transforma en un hábito bueno, gracias al repetirse. La virtud verdadera consiste en la costumbre de hacer siempre el bien. (NM)
VOCACIÓN
La vocación es la voluntad de Dios que destina a algunos a un estado especial, distinto del común. Es un designio de amor del Padre celestial que le confía a una persona una misión especial. (RA)
Cada persona debe seguir su propia vocación. Porque sólo en este camino encontrará satisfechos sus deseos. Porque sólo en este camino Dios ha sembrado las gracias necesarias. (SC)
Si de verdad amáramos al prójimo como a nosotros mismos, desearíamos para muchos otros el gran bien que poseemos: la vocación. Si estamos felices con al gracia recibida, debemos querer que participen muchos más. Si tenemos la mente dirigida hacia la santidad, tenemos que desear que también otros vivan este ideal. (U1)
VOLUNTAD
La voluntad regida por la inteligencia conduce al hombre a su fin, le impide que titubee y se arrepienta a cada momento, lo hace feliz. (SC)
Si te dejas guiar por la fantasía, la carne gana sobre el alma, anula los afectos más nobles, los oprime, los envilece. El hombre, entonces, se torna inferior al animal. Debes mandar sobre tu voluntad para que el alma, al aferrarse por encima de las bajezas humanas, permanezca fuerte en medio de tribulaciones, dolores y cruces. (SC)
Contribucion de Romina "Rochi" Agnoletti
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